HMS TERROR
La historia real que se remonta al siglo XIX y que ha tenido recientemente un descubrimiento crucial para entender algunos detalles de aquella tragedia que segó la vida de 129 exploradores. La conocida como la expedición perdida de Franklin fue un viaje fallido de exploración del Ártico, capitaneado por sir John Franklin, que partió de Inglaterra el 19 de mayo de 1845. El objetivo atravesar y explorar el último tramo del Paso del Noroeste, aún inexplorado. Franklin y los 128 miembros de la tripulación murieron al quedar sus barcos – HMS Terror y HMS Erebus – atrapados en el hielo en el estrecho Victoria, cerca de la Isla del Rey Guillermo, en el ártico canadiense. Y el misterio alrededor de ese viaje se había mantenido desde entonces… hasta ahora, cuando una nueva investigación ha analizado las razones de aquella enigmática desaparición y señala a una enfermedad que no se había considerado antes.
Volviendo a aquel fatídico viaje, durante los dos años siguientes, los miembros de la tripulación intentaron sobrevivir con las despensas llenas de comida enlatada. Durante todo ese tiempo se enviaron once buques británicos y dos norteamericanos en su busca. En esas incursiones se encontraron algunos vestigios de la expedición, así como tumbas de los tripulantes. Durante esas incursiones también hubo contacto con los inuits (esquimales) y estos contaron algunas historias sobre los tripulantes de la expedición de Franklin, e incluso contaban con algunos objetos personales de la tripulación.
También se encontraron algunos huesos con indicios de canibalismo. La búsqueda se mantuvo durante décadas.
En junio de 1847 falleció el capitán Franklin y un año más tarde el resto de los supervivientes decidieron caminar, con fatal desenlace, hacia el continente canadiense. Pero, ¿cuáles fueron las razones por las que ninguno de los 129 exploradores sobrevivió? El hambre, la hipotermia y neumonía, la tuberculosis, escorbuto, el envenenamiento por plomo (proveniente de las soldaduras de las latas de conservas y de las conducciones del sistema de agua potable de los barcos). Todo pudo contribuir al verdadero motivo de la muerte de la mayor parte de la tripulación: la enfermedad de Addison. El hallazgo de los barcos naufragados entre 2014 y 2016 ha permitido descifrar uno de los grandes misterios de la historia reciente.
En junio de 1847 falleció el capitán Franklin y un año más tarde el resto de los supervivientes decidieron caminar, con fatal desenlace, hacia el continente canadiense. Pero, ¿cuáles fueron las razones por las que ninguno de los 129 exploradores sobrevivió? El hambre, la hipotermia y neumonía, la tuberculosis, escorbuto, el envenenamiento por plomo (proveniente de las soldaduras de las latas de conservas y de las conducciones del sistema de agua potable de los barcos). Todo pudo contribuir al verdadero motivo de la muerte de la mayor parte de la tripulación: la enfermedad de Addison. El hallazgo de los barcos naufragados entre 2014 y 2016 ha permitido descifrar uno de los grandes misterios de la historia reciente.
Ahora, los investigadores han publicado por primera vez imágenes del interior del buque, que muestran como muchos de los muebles y objetos se mantienen intactos. En el escritorio del Capitán Francis Crozier, el segundo mando a bordo del barco, todavía hay libros, mapas y diarios perfectamente visibles en las imágenes captadas.
En 1847, dos años después de haber zarpado desde el puerto de Greenhithe, en el sureste de Inglaterra, la situación comenzó a complicarse: Franklin, el capitán, había muerto y el irlandés Francis Crozier tomó el mando. Los dos buques de la expedición se encontraban atrapados entre el hielo y el nuevo capitán decidió abandonar las naves para intentar alcanzar tierra firme.
El destino de los que siguieron las órdenes de Crozier ha estado marcado por las truculentas historias que hablaban de escenas de canibalismo . Más de un siglo después del accidente, las investigaciones realizadas por el profesor Owen Beattie concluyeron que los huesos encontrados en la isla del Rey Guillermo mostraban, efectivamente, signos de canibalismo.
El suceso y el exotismo del lugar se convirtieron en una fuente inagotable de inspiración para novelistas, pintores y compositores que recuperan la terrible historia de aquellos 129 hombres abandonados a su suerte en el más inhóspito de los entornos
El suceso y el exotismo del lugar se convirtieron en una fuente inagotable de inspiración para novelistas, pintores y compositores que recuperan la terrible historia de aquellos 129 hombres abandonados a su suerte en el más inhóspito de los entornos
Hms Terror: The Design Fitting and Voyages of a Polar Discovery Ship
Matthew Betts · Naval Institute Press
En el verano de 1845, Sir John Franklin y una tripulación de 128 hombres entraron en Lancaster Sound a bordo del HMS Erebus y el HMS Terror en busca del Paso del Noroeste. Los robustos antiguos barcos bomba se reforzaron sustancialmente y se equiparon con las últimas tecnologías para el servicio polar y, en ese momento, eran los veleros más avanzados desarrollados para la exploración polar. Ambos barcos, pero especialmente el HMS Terror, ya habían demostrado sus capacidades en el Ártico y la Antártida. Con barcos tan sofisticados, robustos y exitosos, la victoria sobre el Paso del Noroeste parecía inevitable, pero toda la tripulación desapareció y los europeos nunca volvieron a ver los barcos. Finalmente, en 2014, Parks Canada descubrió los restos del HMS Erebus. Dos años más tarde, se encontraron los restos del HMS Terror, en posición vertical, en condiciones casi prístinas.
El estado extraordinariamente bien conservado y la ubicación de los barcos, tan al sur de su última posición informada, plantea dudas sobre el papel que jugaron en la tragedia. ¿Las extraordinarias capacidades de los barcos de hecho contribuyeron al desastre? Nunca antes se había examinado exhaustivamente el Franklin Mystery a través de la lente de su tecnología de navegación.
Este libro documenta la historia, el diseño, la modificación y el equipamiento del HMS Terror, uno de los buques de exploración polar más exitosos del mundo. En parte narrativa histórica y en parte manual de diseño técnico, este libro proporciona, por primera vez, un relato completo de la carrera única de Terror, así como una evaluación de sus habilidades de navegación en condiciones polares, un registro de sus especificaciones de diseño y un conjunto completo de planos precisos de su configuración final de 1845. Basado en una meticulosa investigación histórica, el libro detalla cada perno y pasador de seguridad del barco, y termina con el descubrimiento e identificación de los restos del naufragio en 2016, explicando cómo los éxitos y la solidez del Terror pueden haber contribuido al desastre de Franklin. Es una referencia ideal para aquellos interesados en el misterio de Franklin, en la exploración polar, la Royal Navy y en el diseño y modelado de barcos.
Hace cinco años se encontró al Erebus
Los investigadores sostienen que el barco contiene información en forma de diarios y mapas, que podrían arrojar luz sobre lo que realmente sucedió con esta expedición del explorador inglés.
De momento no se moverá el contenido de los barcos hasta que se haya catalogado todos los objetos allí encontrado.
Del otro buque de la expedición de Franklin, el HMS Erebus, que se descubrió en el 2014, ya se recuperó su contenido,. Este se entregó este al Reino Unido a pesar de que la comunidad inuit indígena que vive allí alegó que eran de su propiedad.
Los investigadores sostienen que el barco contiene información en forma de diarios y mapas, que podrían arrojar luz sobre lo que realmente sucedió con esta expedición del explorador inglés.
De momento no se moverá el contenido de los barcos hasta que se haya catalogado todos los objetos allí encontrado.
Del otro buque de la expedición de Franklin, el HMS Erebus, que se descubrió en el 2014, ya se recuperó su contenido,. Este se entregó este al Reino Unido a pesar de que la comunidad inuit indígena que vive allí alegó que eran de su propiedad.